Muchas personas con enfermedades pulmonares crónicas, como EPOC o asma, usan un nebulizador para tomar su medicamento en forma de un vapor que se inhala a los pulmones.
La limpieza de su nebulizador es importante para prevenir la propagación de gérmenes y evitar enfermarse.
También hará que su dispositivo siga funcionando correctamente.
Se recomienda lavar las piezas de su nebulizador después de cada uso, incluyendo la boquilla o mascarilla, la parte superior y el recipiente del medicamento.
Empiece por desmontar el nebulizador. Para ello, quite el tubo y déjelo a un lado. (Los tubos nunca deben sumergirse en el agua).
Quite la boquilla, la mascarilla y el recipiente del medicamento de la parte superior y colóquelos todos en la parte superior del lavavajillas.
Si no tiene lavavajillas, lave el recipiente del medicamento, la parte superior y la boquilla o mascarilla con agua tibia con jabón y enjuague.
Sacuda para quitar el exceso de agua y deje que las piezas se sequen al aire libre en un lugar fresco y seco hasta el siguiente uso.
Su nebulizador también necesitará una limpieza profunda una vez a la semana.
Sumerja la boquilla o la mascarilla, la parte superior y el recipiente del medicamento en una solución de agua y vinagre blanco durante 30 minutos, o según lo recomiende el fabricante del dispositivo.
Después de 30 minutos, enjuague y seque al aire libre en un lugar fresco y seco.
Limpie la superficie del compresor y el exterior del tubo con un paño enjabonado o desinfectante. (El compresor y el tubo nunca se deben sumergir en agua).
Recuerde que la mayoría de los compresores tienen un filtro de aire que se deberá reemplazar cada seis meses, o según lo recomiende el fabricante.
Para acceder a más videos de demostración e información sobre el nebulizador, visite el sitio web de la American Lung Association en lung.org/nebulizer.